!Qué gran fin de semana! Como volábamos por los jardines italianos robando fresas a los turistas y haciendo cosquillas a las muchachas apenas núbiles. Comida india, cerveza irlandesa (los elfos verdes han disparatado todo el fin de semana), la sombra de los informantes de Garfio, servicios secretos, ordenadores que huelen, banderas equivocas banderías declaradas. ¿Será posible que las calles se cubra de helechos? Los conspiradores hacen un pacto de sangre y con la ayuda de un rabino de Praga levantan de entre los muertos a los niños a los que un día dejaron morir. Mucho mumbo-jumbo. En esencia: muerte al que hable. El Rabino de Praga encierra en un cofrecito las almas adultas. El transplante se ha consumado. La llave va camino de un rio llamado al Mediterraneo. Contramano.
No hay quien duerma en Nuncajamás.
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